MTL son la iniciales de Monitor de Tiempo Libre. No sé cómo he podido estar cuarenta y tantos años sin haber oído hablar de esa figura, que yo recuerde claro. Veréis, estoy haciendo un curso para sacar este título.

Yo le llamo el curso-oposición. Y me quedo corta. No recuerdo tanto papeleo y tanta hostia para matricularme en la Universdad, pero vamos, ni el primer año de carrera, ni para solicitar la beca, ni nada que se le parezca, la madre que me parió.

Esta peña de la Junta está muy rayada. La Junta, es la Junta de Castilla y León, para los de fuera de provincias. Lo empecé en Noviembre 2020. Y lo acabaré, pandemia mediante, en verano de este 2021. Veréis, consta de parte teórica y parte práctica.

La parte teórica fue semipresencial por las restricciones de aforo, etc., que todos conocemos y padecemos. Qué frío, en Diciembre, cuatro graditos, diez de la mañana, dar clase con las ventanas abiertas…ahí yaaaa, los niños empezaron a ser mis héroes, ¡unos santos!, tienen mejores entendederas que los adultos, que ya lo sabíamos, por supuesto, pero nos han sacado los colores.

Yo era la mayor de la clase, y de los monitores que nos daban el curso también. A ver, que si no fuese por tema oportunidades de trabajo no me metía yo en este berenjenal, porque menudo berenjenal. La parte teórica eran ciento y poco horas creo recordar, con examen eliminatorio incluido. «Sipi», lo que leéis. Aprobada cum laude.

Ahí yo ya aprendí mucho. Estas generaciones que vienen ahora hacen cosas raras. Por ejemplo, cruzan por los pasos de cebra. Ya, es super fuerte, ¿verdad?. Asustada me quedé.

Tuvimos que ir de una ubicación a otra cercana caminando, y había un cruce típico de esos que está el paso de cebra a tomar por culo, que tú dices algo muy de León, bueno, no lo dices, pero lo piensas, sin darte cuenta ni nada, te sale solo…

Piensas «sí, por los cojones voy a ir yo hasta allí», y empiezo a cruzar lógicamente por la trayectoria más corta en línea recta, giro la cabeza y veo al resto del grupo SIN EXCEPCIÓN a lo lejos que van hasta el paso de cebra a cruzar como Dios manda… que careto de sorpresa, el mío claro.

Te da que pensar. El caso es que la parte teórica me sacó un poquito de la zona de confort pero fue asumible. Menos lo de cantar, que yo eso es que no sé si en esta vida voy a poder con ello, o podrá ello conmigo. Entre nosotros, tiene más pinta lo segundo que lo primero. Pero ahora viene lo bueno, las prácticas te las tienes que buscar tú.

Sí, lo que leéis, no te las buscan ellos no. 150 horazas de prácticas de gratis donde sea menester. Y tampoco te creas que te las puede supervisar cualquiera, que va, te las tiene que supervisar un CTL. Ahhhh, claro que no sabréis lo que es. Un CTL es un Coordinador de Tiempo Libre, claaarooooo. Un nivel superior al de Monitor. Si echáis cuentas, 150 horas son un mes de curro a jornada completa. Un mundo, o más.

Entonces yo pensé, a ver si las puedo hacer en el Ayuntamiento de mi pueblo que organizan muchas cosas para niños y adolescentes, porque solo de pensar que tenía que hacerlo todo de seguido fuera de mi municipio con mis cosas del dormir, y del comer, casi me dan los siete males. Y sí, las estoy haciendo así y menos mal, porque aun así voy reventadina.

Tú no sabes los papeles que tuve que presentar para solicitar las prácticas de marras, cuatro documentos diferentes, rellenados con unas soplapolleces, ahora que no nos oye nadie, más largos que una semana sin pan, si sabré yo lo que es eso, una semana sin pan, digo. Ya cuando me dicen, tienes que poner todas las actividades que vas a realizar, con fecha y horario…

Pero vamos a ver, si eso ya en un año “normal” cuesta, en un año con una pandemia mundial, y con la que está cayendo, a cuatro meses vistaaaaa…. ¡Qué forma de perder el tiempo de verdad!, con estas cosas yo es que me enervo toda.

Para allá fue todo medio inventado, medio contrastado, el caso es que coló, menos mal. Pero ahí no acaba la cosa, ilusos de vosotros. No, cuando acabe las prácticas hay que presentar una Memoria de todo lo realizado, eso bien, metodología incluida, esto mal.

¿Qué metodología ni que niño muerto?… para alguien tan de ciencias como yo estas cosas de psicopedagogía, psicología, conductivista, palabras laaaaaaaargas inventadas, frases eteeeeeeernas sin sentido que tienes que leer tres veces y ni aun así, yo es que no puedo con ello, es la muerte a pellizcos que diría una amiga.

Que metan números en medio, que es todo más sencillo joder. Haré un copia pega salvaje de algo que pille por ahí para esa parte. Hombreeeee, otra cosa no, pero los ingenieros sabemos copiar y pegar de lo que mejor. Doy fe. Bueno, alguno copia y pega mal, y es cuando se caen puentes y eso, pero son los menos.

Acabamos de terminar la ludoteca de Semana Santa. Cuatro días seguidos y otros dos más, sonando el despertador a las 6:45, mal no, peor, yo creo que he estado más jodida por los madrugones que por el trabajo en sí mismo. Creo no, definitivamente lo confirmo.

A ver, que si consiguiera o consiguiese ir pronto para la cama, y dormir lo que necesito, pues ni tan mal, pero es que no lo consigo, necesito dormir muchas horas, o me quito del comer, o imposible, no llego, con lo cual, mortal de necesidad.

Una vez aceptado el tema burocrático, que como podéis ver me ha costado, he de decir que ya tengo 1/3 de las horas del curso hechas, ole, ole, y ole. Qué bien. Calculando así a ojímetro que decimos por aquí, a unas malas en Julio, relleno el cupo.

Estoy descubriendo el mundo infantil. Bueno, bueno, bueno, esos locos bajitos. Observar a los niños te da otra perspectiva. Es el momento, mi momento para ello. A ver yo no tengo hijos, ni sobrinos, ni tampoco he interactuado con hijos de amigos o de familiares, así que para mí realmente es la primera vez que me acerco a ese mundo.

Por elección propia, cierto es, aunque ahí arriba me lo han mandado, sí, porque si no hubiese sido por la oportunidad de trabajo que me salió el año pasado y que no se pudo materializar porque no tenía este título, yo no me hubiera embarcado en esta movida, porque os aseguro que es una movida cojonuda.

El otro día hablando con unos amigos ya saltó una, “a ver si toda la vida renegando de hijos, y ahora a estas alturas….”, qué fácil es hablar sin saber. Esto no tiene nada que ver con tema hijos, tiene que ver con tema niño interior, en mi caso, niña interior. Los que no sepáis lo que es, ya sabéis, a preguntarle a Google inmediatamente.

Aunque ya quedaréis pocos porque este concepto ya lo he mencionado más de una y de dos veces, y seguiré haciéndolo. Nos hace mucha falta, empezando por una servidora.

A eso me refiero con que ahí arriba te mandan esas famosas señales de las que yo hablo, en mi caso, me ofrecieron un trabajo con niños, ese fue el detonante; luego tú decides si haces o deshaces, pero te tiran la caña, y si andas listica o listico, la pillas, y si no, repites curso.

Y en esas ando, ENTRETENIDA que no veas. Un no parar en general. Tengo muchísimas anécdotas para contar. Elijo una. Bueno dos. Por vosotros, ¿eh?. Una os va a saber a poco. Los tres primeros días de la ludoteca de Semana Santa estuve con los niños de hasta cuatro años. Y los otros tres días con los mayores, de cinco hasta doce años.

El primer día con los mayores viene un papá a traer a un niño con su hermano pequeño. Y le digo al niño pequeño, “holaaa, hoy voy a estar con los mayores, te voy a echar mucho de menos”, y me responde él con esos ojazos grandes que no le caben en la cara “yo a ti más”, mira, por favor, que me lo envuelvan que me lo llevoooooooooooo.

Sí, ya sé, que 24 horas a full no es tan divertido ni gratificante, que nosotras no educamos en el sentido estricto de la palabra, y que se portan mejor con nosotras que en casa, vale, pero ese momento, que no me lo quiten, para todo lo demás, Mastercard.

La otra anécdota. Que buenos los niños como os decía antes, todo el gel hidro-alcohólico que llevan los pobres acumulado en esas manitas, las mascarillas todo el día puestas, y no dicen ni mu, que yo en cuanto podía sacaba la cabeza por la ventanaaaaaaa porque me ahogabaaaaaa.

Fíjate que les dices,” a ver que te voy a tomar la temperatura”, con un termómetro de esos tipo pistola, y automáticamente se llevan la mano a la frente y se levantan el flequillo, jajajajajajaja, imaginároslos, ellos solitos sin que tú les digas nada. Se saben el protocolo mejor que Fernando Simón.

Los primeros días me hacía muchísima gracia, bueno, y me la sigue haciendo la verdad. No protestan nada, y cuando digo nada, es nada, igualito que nosotros. Lo mismito vamos. ¿Para qué crecemos por Dios?, no mejoramos, empeoramos.

Todo esto me ha recordado algo que nos decía mi abuela materna cuando éramos chavalas, sabias palabras a las que NO les hicimos caso: «vosotras, estudiad para maestras de niños pequeños, que tenéis dos meses de vacaciones, les quitáis los mocos a los críos, y a correr».

Una cosita os digo, ni infravaloro ni menosprecio esa labor, para nada, tan loable como otra cualquiera, pero vamos, después de lo que llevo andado profesionalmente haciendo EPC’s de ingeniería por el mundo mundial, y los últimos años de comercial y feriante VIP, qué queréis que os diga, ¡qué bueno poder comparar!, con lo que cuesta ganar el dinero, que a la gente le paguen por esto, me parece una pasada.

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